Sistema de Control Electrónico de Estabilidad (ESC)
El Sistema de Control Electrónico de Estabilidad (ESC) reconoce situaciones de conducción críticas, por ejemplo el riesgo de derrape, y toma acciones preventivas para mantener el vehículo sobre su trayecto.
El sistema debe obtener informaciones continuamente para que el ESC pueda reaccionar ante situaciones de conducción críticas. Por ejemplo: hacia donde el conductor está dirigiendo el vehículo y hacia donde éste conduce. La respuesta a la primera pregunta, el sistema la recibe del sensor del ángulo de dirección y de los sensores del número de revoluciones de las ruedas. Con estas dos informaciones, la unidad de control calcula la dirección de conducción teórica y un comportamiento de conducción teórico del vehículo. Otros datos importantes son el grado de guiñada y la aceleración transversal del vehículo. Con la ayuda de estas informaciones, la unidad de control calcula el estado real del vehículo.
El ESC evita una inestabilidad del vehículo durante la conducción en curvas, la cual puede presentarse con una velocidad inadecuada, con cambios inesperados de la superficie de la carretera (mojada, resbalosa, sucia) o cuando se requiere una acción evasiva inesperada. El sistema toma las acciones correctivas sin importar si la inestabilidad se manifiesta por subviraje (cuando el vehículo se mueve hacia el borde exterior de la curva aunque las ruedas están dirigidas hacia el interior) – o sobreviraje (cuando la cola desliza hacia afuera).
La unidad de cómputo del ESC reconoce el tipo de inestabilidad basándose en los datos registrados por los sensores y controla la corrección mediante una intervención en el sistema de frenos y la gestión del motor. En el caso del subviraje, el ESC retarda la rueda trasera del lado interior de la curva. Simultáneamente reduce la potencia del motor hasta que el vehículo recupere su estabilidad. El ESC evita el sobreviraje mediante un accionamiento dirigido del freno delantero del lado exterior de la curva y una intervención en la gestión del motor y de la transmisión. Las experiencias acumuladas y un sistema de sensores considerablemente más sensibles permiten un desarrollo continuo de este sistema complejo de regulación.